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Receta de Asado Negro

Hay muchos países en Sudamérica que se disputan el título de capital gastronómica de la región. Y es que vayamos donde vayamos, cualquier país de esta zona tiene auténticas maravillas culinarias de las que podríamos disfrutar a lo grande en cualquiera de nuestros viajes. Platos típicos preparados por los habitantes de estos países desde hace cientos de años, recetas que vienen desde muy antiguo y que aprovechan la inmensa variedad de materias primas que podemos encontrar en casi cualquier lugar de este subcontinente, desde las verduras y hortalizas hasta las carnes y pescados, para crear auténticas obras maestras culinarias. La gastronomía de Perú, la de Argentina o la de Colombia son bien conocidas en el resto del mundo, pero la venezolana tampoco se queda atrás.

Y es que encontramos en este país algunas de las recetas más exquisitas y especiales de toda Latinoamérica, como la del Asado Negro, el plato del que vamos a hablar en este artículo, y que es sin duda una de las referencias más importantes dentro de la gastronomía venezolana. Un plato exquisito que eleva el sabor de la carne a un nuevo nivel gracias a esa salsa especial que se le pone por encima, y que se suele tomar como plato principal en almuerzos importantes y grandes reuniones como bodas, bautizos o comuniones. Su preparación no es excesivamente complicada y mucho menos teniendo en cuenta lo delicioso que está cuando lo podemos probar. Aquí te vamos a dar las claves para preparar esta increíble receta y sorprender a todo el mundo con  un delicioso Asado Negro venezolano.

El origen de este plato típico venezolano

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Como en buena parte del continente, en Venezuela también hay muy buenas ganaderías con reses espectaculares para consumo cárnico. Una de ellas, llamado Muchacho Redondo, ofrece una exquisita degustación de su carne en sus cuartos traseros. De ahí es de donde salen las piezas jugosas que vamos a utilizar para el Asado Negro. La carne se prepara de una manera especial para hacerla más jugosa y exquisita, y también se acompaña de una salsa imprescindible, a base de azúcar refinada y verduras, que le dota de ese color oscuro que podemos observar en el asado cuando ya está terminado. Es uno de los platos más populares de la gastronomía del país, y la receta de su preparación tiene ya mucha antigüedad, porque es un plato bastante habitual en las grandes celebraciones familiares.

Ingredientes necesarios

Para preparar este delicioso plato vamos a necesitar, por supuesto, una buena pieza de Muchacho Redondo, la perfecta para esta receta. Debe ser de al menos dos kilos o dos kilos y medio, si queremos que dé para varias personas. Ese será el ingrediente principal, pero también utilizaremos un litro de vino tinto, una taza de pimentón verde rallado, dos tazas de cebolla picada, siete dientes de ajo, tres cucharadas de salsa inglesa, media cucharada de orégano, taza y media de tomates rallados sin piel ni semilla, un poco de tomillo fresco, una hoja de laurel, cuatro cucharadas de azúcar, a ser posible morena, media taza de aceite de maíz y para terminar, algo de pimiento y de sal, al gusto de los comensales.

Preparación, paso a paso

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No es una receta difícil de preparar, pero es cierto que el Asado Negro requiere bastante tiempo, sobre todo cuando la pieza es bastante grande. Nos llevará al menos tres horas tener el plato listo, así que mejor tener paciencia. Lo primero que debemos hacer es crear una salsa con la que marinar la pieza de carne, para reblandecerla. Utilizaremos todas las verduras, un poco de aceite y el laurel con la pieza de carne bridada para que no se deforme, y todo lo meteremos en un recipiente amplio para dejarlo marinar durante unas horas, al menos doce. Al día siguiente dejaremos atemperar la carne, ya fuera del recipiente, durante al menos una hora. El siguiente paso ya es preparar la cocción, con un poco de aceite en una gran cacerola, junto a las cuatro cucharaditas de azúcar moreno y el vino, hasta convertirse en una salsa de color caramelo. Cuando esto ocurra, con mucho cuidado colocaremos la pieza de carne sobre ella.

A fuego lento, iremos dorando la pieza de carne, trinchándola con un tenedor para que todas sus partes queden bien hechas, y en contacto por supuesto con la base de la salsa caramelo. Cuando ya quede de un color marrón oscuro, a fuego lento, le añadimos el tomate y la marinada, para que se vaya cociendo poco a poco, tapando la cacerola para que el jugo no se escape. Comprobaremos cada cierto tiempo que la carne se va ablandando, y cuando ya lo esté casi del todo, colaremos la salsa para que no quede grumosa, y volveremos a poner la olla en el fuego, a cocción lenta, justo antes de servir. Como vamos a ver a continuación, también se puede acompañar de alguna guarnición especial para darle el toque más exquisita a uno de esos platos que encandilan incluso a los comensales más exigentes.

Acompañamientos

Una vez tengamos la carne preparada con la salsa dentro de la olla, la sacaremos para servirla, preferiblemente desde una fuente. Para la guarnición hay dos opciones bastante comunes e igualmente válidas como combinación perfecta para este plato. La primera de ellas es el arroz blanco, que podemos ir cociendo mientras la carne se hace, añadiéndole algunas especias al gusto, o incluso algunos trozos de zanahoria y pimientos rojos. La otra opción más habitual es preparar unas papas panaderas, redondas y de corte algo más grueso, hirviéndolas o friéndolas, pero con muy poco aceite. Y nada de añadirle alguna salsa a la guarnición, porque con la del asado ya tendremos más que suficiente, para mantener la esencia y la exquisitez del plato. La receta ya estará lista, y aunque haya tomado su tiempo, será una verdadera delicia.