La apnea deportiva es una disciplina que puede llegar a ser bastante extrema, y es que, quien lo practica suele poner a prueba la capacidad de su organismo. Se trata de un buceo libre en el que se suspende o se pausa la actividad respiratoria voluntariamente, para poder sumergirse hasta grandes profundidades o recorrer largas distancias estando debajo del agua. Se dice que unas 12 personas han logrado pisar la Luna, siendo un sueño cumplido para muchos pero aunque parezca increíble solo 6 personas han logrado descender 120 metros del nivel del mar sin ayuda para sus pulmones.
El deportista que es amante de la apnea se sumerge en el agua durante un largo periodo de tiempo interrumpiendo su respiración, algo que hacen mientras compiten o se preparan para romper algún récord, por lo que quienes practican esta modalidad deportiva llevan una vida muy saludable. Carlos Coste ha sido un referente nacional de este deporte, logrando superar varias marcas impuestas a nivel mundial.
La disciplina que pone tu cuerpo al límite
La apnea deportiva es una actividad considerada extrema, se dice que una media de 20 personas que la practican mueren al año pero aún así es un deporte que está en auge. Esto representa un reto para el cuerpo humano, ya que durante unos minutos los apneístas realizan maniobras críticas para preservar sus vidas.
Durante las inmersiones que realizan estos deportistas desarrollan adaptaciones fisiológicas únicas, llegan a poner al límite sus capacidades físicas y mentales. Y es que, logran soportar la falta de oxígeno y la presión del agua. No es de extrañar que su capacidad pulmonar es aproximadamente dos litros mayor a la de una persona promedio.
Modalidades de la apnea deportiva
Existe una variedad de modalidades para esta práctica deportiva, y estas dependen de si se realiza en el mar o en piscina. Además influye si se llevan a cabo con o sin aletas, con algún tipo de peso o siguiendo un cabo como en la inmersión libre.
Generalmente la apnea con peso constante ya sea con o sin aletas se realiza con el fin de cubrir la mayor distancia vertical, por su parte la apnea dinámica consiste en cubrir la máxima distancia horizontal nadando completamente sumergido. Otro tipo de apnea milenaria es la que se utiliza en la pesca submarina, actividad que era y sigue siendo practicada por poblaciones en Japón, Indonesia o Colombia y Venezuela.
Entrenamiento de un apneísta
Aunque pueda parecer bastante físico, para practicar este deporte se requiere de una gran relajación mental combinada con una buena forma física y una buena alimentación e hidratación. También es importante realizar entrenamientos en el agua, sumergiéndose constantemente para conseguir un tiempo de apnea bastante elevado.
Esta actividad deportiva conlleva mejoras en la flexibilidad del diafragma, que permite a sus practicantes una mayor relajación físico y mental. Para esto se requiere tener mucha concentración al momento de evadir el llamado que hace el cuerpo para respirar, procurando disfrutar al máximo mientras se está debajo del agua.
Efectos de la apnea en el cuerpo humano
Es normal que al descender verticalmente debajo del nivel del mar el ser humano sufra algunos efectos, como por ejemplo lo que algunos expertos llaman reflejo de inmersión, con el que el cuerpo comienza a optimizar la respiración para lograr permanecer más tiempo debajo del agua, enviando así la sangre a los lugares más básicos.
Estando sumergido el diafragma del apneísta se contrae involuntariamente para intentar respirar, lo que hace que le ayude a bombear sangre al cerebro. Por otra parte, la frecuencia cardíaca se reduce hasta los 12 latidos por minuto y la saturación de la sangre disminuye al 50 %, además la capacidad pulmonar se comprime hasta ocupar el volumen de un litro.
Carlos Coste y su trayectoria
Nacido en Caracas en el año 1976, Carlos Coste es un apneísta de clase mundial y poseedor de récords en esta disciplina deportiva. Su pasión inició cuando estudiaba ingeniería pero desde niño ya apuntaba a los deportes de contacto con el mar. Su crecimiento en la apnea fue progresivo pero en 2003 empezó a sonar su nombre ya que se convirtió en el primer hombre en completar una inmersión libre de más de 100 metros de profundidad alcanzando su primer récord Guinness. Desde entonces ha logrado conseguir marcas increíbles en esta actividad llegando a ser reconocido en el mundo entero.